sábado

JUAN SOSA, EL DE LA CALLE GORRITI


Un año: 1909
Un hombre: Juan Benito Sosa, 63 años
Una dirección: Gorriti 1656.
En ese bonito chalet vivía Juan Benito Sosa.
Un único habitante para una gran casa.
Un único habitante que vivía en la oscuridad y el silencio. Aunque en realidad, si vamos a ser rigurosos con la verdad no tan único. Sosa tenía un hijo, Andrés, un niño de once años que pasaba poco tiempo en el chalet, Sosa pagaba una pensión de 0,50 centavos diarios a una señora de apellido Patri y en casa de ella comía todos los días el niño.


Andrés y la sra Patri

Juan Sosa era conocido como “el misántropo de la calle Gorriti”.
Como le ocurrió a Pastor Castillo pocos años antes, Juan Sosa vivía aterrorizado con la idea de sufrir un atentado a su vida. Por eso se recluía cada vez más. Estaba enfermo y débil. Mal alimentado. Se alimentaba de frutas que compraba, a través de la reja de su casa, a vendedores ambulantes. Nada de salir ni socializar con la gente.


El chalet

El 9 de junio de 1909 Andrés, después de cenar en casa de la señora Patri volvió a su hogar. Golpeó una y otra vez. Asustado y preocupado porque su padre no le abría volvió llorando a casa de la buena señora.
A la mañana siguiente la policía entró en el chalet. Encontraron a Sosa muerto en el suelo. Supusieron que no tuvo fuerzas suficientes para ir a abrir la puerta y cayó agotado.

Fue noticia en Caras y Caretas…el misántropo de la calle Gorriti.

Guada Aballe